
Al igual que el mundo, nuestro país se tiñó de múltiples acciones para conmemorar el pasado
8 de marzo, donde una de las áreas más interpeladas fue la dirección de personas de las
distintas organizaciones públicas y privadas, donde aún en el año 2022 pudimos ver que
algunas siguen creyendo que la equidad de género se trata de regalar flores o chocolates, más
que de impulsar concretamente el trato equitativo entre mujeres y hombres.
Y es que el cambio será tan genuino como que simplemente en el corto plazo, las empresas y
organismos públicos que no apliquen la equidad de género tienen pronta fecha de
vencimiento, porque hoy simplemente como mujeres y hombres no elegiremos trabajar,
contratar o comprar en compañías que no estén comprometidas con promover la igualdad de
oportunidades y condiciones.
Cuando hablamos de equidad de género nos referimos a garantizar derechos, oportunidades y
tratos igualitarios entre hombres y mujeres. Y es que la corresponsabilidad y conciliación no
son valores de la institución estrella en responsabilidad social, sino mínimos que se deben
fomentar y cumplir. Sólo las que cuenten con este “desde” en su gestión, tendrán mejores
profesionales que puedan retener en el tiempo, mejores resultados y por ende, un mayor
posicionamiento de marca. Así de simple, su beneficio económico está en juego.
Las personas necesitamos de nuestro trabajo y de nuestra familia, por eso es fundamental
implementar la Norma Ch3262, la cual otorga una gran oportunidad a todos los sectores a
promover la participación laboral femenina en igualdad de oportunidades, la
corresponsabilidad y conciliación, certificándose en ésta de manera muy simple, ya que opera
como una ISO 9.000.
Esta Norma chilena sobre igualdad de género, conciliación de la vida laboral, familiar y
personal fue diseñada hace ya 10 años y convoca a las empresas e instituciones de todos los
tamaños y sectores a gestionar que las trabajadoras y trabajadores nos desarrollemos en
igualdad de condiciones, tomando conciencia sobre la necesidad de impulsar un cambio
cultural que apunte a una corresponsabilidad de roles y conciliación del trabajo con nuestras
actividades personales y familiares.
Las personas que creemos profundamente en la equidad de género compartimos el espíritu de
la Norma Ch3262, porque le da la oportunidad a Chile de tener mejores lugares para trabajar,
donde cada día se visibilice más que nuestro control de calidad interno exige siempre los
valores que nos permite ser más plenos y felices, y eso sin duda tiene una gran cuota de
humanidad, de valorar a las personas por lo que son – personas – fomentando la conciliación
entre nuestros trabajos y familias.
Para resignificar el 8M, implementar la Norma en nuestra organización es la mejor flor o
chocolate que podemos darle a las mujeres para el resto de los días de los 364 días del año.
Catalina Fernández Correa
Directora de Responsabilidad Social Inclusiva Fundación Ronda