
Si el tema de la desigualdad entre mujeres y hombres incomoda, no nos queda más que incomodar. Hemos decidido tomar partido por todas aquellas que la vida se les hace más cuesta arriba de lo que debería. Y esto nos llama a reconocer y valorar las acciones de todas esas niñas, adolescentes y mujeres que en el mundo y en nuestro país han logrado condiciones más justas para la generación actual.
Sus dolores, triunfos, alegrías, valentías, persistencias y la incomodidad que causaron hasta lograr los cambios que hoy día conmemoramos, son fuente de inspiración para seguir levantando la voz por las que no la tienen.
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